martes, 14 de diciembre de 2021

Alas de Esperanza - Proyecto de agua potable

En la actualidad, entre 6 y 7 millones de peruanos siguen sin tener acceso al agua potable. Por lo tanto, la gente se ve obligada a consumir agua contaminada de los canales de riego, de los ríos o de las aguas superficiales. Las mujeres, y a veces los niños, acarrean el agua de largas distancias.



Alas de Esperanza Perú es miembro de la Red de Agua Segura (RAS), pero no visitan las comunidades para ofrecerles un proyecto de agua, las solicitudes de apoyo provienen de las comunidades que se ponen en contacto con nuestro socio de campo Alas de Esperanza Perú. A menudo, la comunidad que hace la petición ha visto el proyecto de agua que hemos llevado a cabo en un pueblo vecino.

El proyecto comienza con una una primera reunión en el pueblo con un miembro del equipo de Alas de Esperanza Perú (la coordinadora, el ingeniero o el trabajador social) para conocer las necesidades y explicar a la comunidad la filosofía de la organización, que incluye las 3 siguientes condiciones :
  • la comunidad se compromete a proporcionar la mano de obra no calificada
  • el 50% de los miembros del comité del agua deben ser mujeres y desempeñar puestos claves
  •  la comunidad debe participar en las reuniones a lo largo del proyecto

Posteriormente, la comunidad lleva a cabo su propio proyecto con el apoyo de Alas de Esperanza Perú. De este modo, la población valora su trabajo y se apropia del proyecto, se establece un primer contacto con el municipio para asegurar su colaboración en el suministro de los agregados y su transporte hasta el pueblo y llevamos a cabo una labor de concienciación con los alcaldes, otros representantes electos y los empleados municipales, en particular los responsables del ATM (Área técnica municipal).

Desarrollo el proyecto

El ingeniero vuelve al pueblo para realizar el estudio de viabilidad y desarrollar el proyecto:
  • mira dónde recoger el agua
  • analiza el agua y mide el caudal de la fuente, teniendo en cuenta las estaciones secas y lluviosas
  • comprueba los aspectos legales (fuente en terreno privado o en una comunidad de vecinos)
A continuación, decide la solución técnica que se utilizará para llevar el agua al pueblo y elabora el presupuesto. Una vez redactado el presupuesto, se envía a Les Ailes de l’Espérance en Montreal para su aprobación. Una vez aprobado, planificamos el proyecto teniendo en cuenta las condiciones climáticas de la zona de intervención. Por último, se firma del convenio tripartito entre el presidente del comité, la Municipalidad y Alas de Esperanza Perú.

 



El trabajador social está presente en la comunidad durante todo el proyecto. Comienza haciendo un censo de la comunidad (línea de base) para determinar el número exacto de familias y el número de personas que pueden aportar la mano de obra para el proyecto. Visita al mayor número posible de familias. A continuación, se forman grupos de trabajo para asignar las tareas que corresponden a la mano de obra local (limpieza de los diferentes lugares, transporte de materiales, excavación de zanjas, relleno de zanjas) en las siguientes etapas:
  • la estructura de captación (manantial) o el pozo
  • la red de abastecimiento de agua
  • el reservorio, tanque
  • la red de distribución
  • las conexiones domiciliarias y lavabo con alcantarillado
  • el sistema de cloración
En Amazonia, la base de la ducha se construye junto al lavabo.



Inicio de las obras

La comunidad, el personal y los trabajadores deben respetar en todo momento el protocolo sanitario puesto en marcha desde la pandemia de COVID-19:
  • Lavado de manos
  • Tomar la temperatura
  • Desinfección de materiales
  • Distanciamiento en las reuniones


Desarrollo de la obra
  • Las obras se inician en cuanto la Municipalidad lleva los agregados al pueblo. Es entonces que el Maestro y su ayudante se dirigen al pueblo.
  • Los trabajadores colaboran con la población, que aporta la mano de obra, y el ingeniero se encarga de la dirección técnica.
  • Una vez iniciada la obra, el ingeniero envía a la coordinadora de Alas de Esperanza Perú en Lima una lista de los materiales que se deben comprar a medida que avanza el proyecto. Estos materiales se entregan en el pueblo por camión (en la costa y en los Andes) o por barco (en Amazonia).
  • Los materiales se entregan al comité del agua que los supervisa
  • Si se requiere un bombeo de agua se instala un sistema de energía solar: bomba de agua y paneles solares.
  • Los operadores son formados por los trabajadores y el ingeniero para mantener el sistema.


Formación de la población

Mientras se realiza el trabajo, el trabajador social organiza reuniones sólo con las mujeres para motivarles a aceptar funciones importantes en el comité del agua. Hay que señalar que las mujeres participan con entusiasmo en todo el proyecto.

El trabajador social prepara el reglamento con la comunidad y en hacen los cálculos de la cuota mensual de agua que deben pagar las familias. También prepara un programa de mantenimiento del sistema de agua y un programa de mantenimiento del bombeo solar con la comunidad.

El trabajador social aborda con la comunidad el tema del agua y el medio ambiente: cada familia se compromete a plantar un árbol o arbusto local cerca de su casa. La Municipalidad podría proporcionar las plantas.

La población recibe formación sobre el uso adecuado del agua y la higiene.

Se realiza actividades de sensibilización en la escuela con los niños.

Todas las reuniones se registran en los Libro de Actas de la comunidad o del comité de agua.



Inauguración

Una vez terminado el proyecto, se planea una fiesta para celebrar el trabajo de todos y la llegada del agua. Este es un día muy importante para la comunidad, ya que marca el comienzo de una vida digna para ellos. El trabajo de la comunidad se valora y suele representar entre el 20 y el 40% del coste total del proyecto. En esta inauguración se descubre una placa conmemorativa.



Conclusión

Los proyectos de agua potable así realizados están transformando la vida de comunidades rurales y nativas remotas de Perú:
  • en cuanto al aspecto material de tener acceso al agua,
  • también en términos de autoestima y empoderamiento
Aquí es donde reside el mayor éxito de los proyectos de agua. Si la ejecución del proyecto no produce una transformación de las personas, habremos perdido nuestra oportunidad. 




La foto de abajo muestra esta transformación: "Con el proyecto de agua potable hemos aprendido a valorarnos, ¡gracias!






















lunes, 29 de noviembre de 2021

“Donde el Covid pega dos veces"

VIII Premios al Voluntariado Universitario: “Donde el Covid pega dos veces” es un proyecto en el que colaboran alumnos de diferentes universidades españolas, junto con la Fundación África Directo.

Pulsar aquí para ver el video.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Agradecimiento de la comunidad de Occo Chirura

Desde la comunidad de Occo Chirura en Ayacucho, en Los Andes de Perú, recibimos los agradecimientos a la Diputación de Córdoba y a Setem por el apoyo en la instalación de agua potable.






miércoles, 14 de julio de 2021

La identidad en Camerún

Uno de los problemas de Camerún es la identidad, muchas personas no están inscritas y por tanto ni existen ni tienen derechos, incluso viajar es un problema sin identidad. 

Desde Yide Bikoue realizamos todos los procesos judiciales y administrativos para que los chicos tenga un acta de nacimiento legal y posteriormente tengan su CNI (DNI).

Os dejamos una foto de los mayores llenos de felicidad por tener ya oficialmente su propia identidad.



domingo, 28 de marzo de 2021

Andaluna en los Andes en el Colegio Público Victoria Díez de Hornachuelos

Los días 23 y 24 de marzo una de nuestras voluntarias que tuvo una experiencia en un campo de trabajo de Perú presentó el cuento "Andaluna en los Andes" al alumnado de 3°A y B y 4° A y B de Primaria del Colegio Público Victoria Díez de Hornachuelos. De mano de Andaluna hemos aprendido mucho sobre la situación de muchos niños y niñas del país, que deben enfrentarse a desigualdades sociales y problemas medioambientales como la falta de acceso a agua potable y la contaminación de los recursos naturales.



martes, 9 de marzo de 2021

Día Internacional de la MUJER

 


8 de Marzo, 1908, 129 mujeres murieron en un incendio en NY por pelear por sus derechos, hoy se les recuerda, celebrando a nivel mundial el Día de la Mujer, un día liderado por la ONU Mujeres México, cuyo objetivo es reconocer oficialmente la lucha de los derechos de las mujeres en todos los continentes, etnias, culturas y clases. ¡Juntos seguimos luchando!

lunes, 22 de febrero de 2021

Las chabolas de Almería, una “realidad vergonzosa” en la huerta de Europa

Asociaciones y particulares denuncian la pasividad de las administraciones ante un problema cronificado: "Cuando no se deja otra alternativa que vivir en una infravivienda, que haya un incendio es lo más normal"

Momento del incendio en el asentamiento chabolista de La Paula


El incendio que el 1 de diciembre a mediodía calcinó, en apenas un rato, los hogares de palé, cartón y plástico de casi 200 personas en Níjar (Almería) no ha pillado a casi nadie por sorpresa. Al menos, entre quienes conocen la realidad de asentamientos como el que ardió, el de La Paula, donde se apiñaban entre 50 y 60 chabolas que se levantaron, hace ya demasiados años, con lo que había. Allí seguían, 15 o 20 años después. "Cuando no se deja otra alternativa que vivir en una infravivienda, que haya un incendio, goteras o que se cuele el frío es lo más normal. No nos extraña que pase una cosa así", lamenta Juan Miralles, portavoz de Almería Acoge y Cepaim, que llevan años denunciando la situación de estos trabajadores.


El incendio arrasó todas las infraviviendas sin que se conozca aún el origen. "Una vela, un fuego, un enganche de aquella manera… Puede ser cualquier cosa", explica Miralles. "Cogen la luz y es un peligro, porque los cables están por el suelo de una manera que cualquier día ocurre algo. Sí, muchas veces arden los asentamientos", advertía Araceli Fuentes en un reportaje publicado por eldiario.es/Andalucía en abril. Fuentes, una religiosa mercedaria que presta auxilio a estos trabajadores, ha visitado el campamento quemado este jueves. Y asegura que la Guardia Civil ya ha advertido de que no podrán volver a levantarlo. "Dicen que se mantienen las que están hechas pero las demás no, y como vean que se vuelve a levantar lo destruyen. Que me los lleve a casa…".

Miquel Carmona, del SOC-SAT, acudió esa misma tarde a la zona del incendio y describe un escenario catastrófico: "Estaba todo encharcado y había una mesa con dos o tres furgonetas donde se apuntaba el nombre y les daban víveres. En absoluto silencio. Habría unos 50 en la cola. Se les daba ropa, comida o zapatos. Y desaparecían". Ardió todo, menos tres chabolas. Algunos llegaron después de una jornada de trabajo de hasta 12 horas y se encontraron su casa arrasada.

Con la ayuda de un amigo que traduce, Omar cuenta por teléfono que estaba trabajando cuando le avisaron: "Se está quemando todo". Perdió la ropa, sus muebles, sus mantas. Todo, menos sus papeles, que siempre lleva encima, por si acaso. Asegura que lleva 15 años "con papeles" en La Paula. Siempre en la misma vivienda, que ahora es ceniza. Desde el martes, cada día ha dormido en un sitio. "Hoy dormiré con unos amigos, mañana no sé". No tiene otro lugar y su intención es volver a levantar una chabola en el asentamiento en el que llevaba tanto tiempo. Su mujer y sus hijos están en Marruecos: "Unas semanas trabajas tres días, otras la semana entera... Eres extranjero, no te alquilan. No te vas a complicar la vida con los niños. Por eso pasas en una chabola 15 años".

Estado en el que ha quedado el asentamiento de Níjar tras el incendio


La Paula era uno de los núcleos chabolistas más antiguos de Níjar, levantado con la gran explosión de la agricultura de los invernaderos, hace entre 15 y 20 años. El lugar, donde vivían de 150 a 200 personas, ha quedado destruido. Hace cuatro o cinco años habían ardido unas instalaciones semiderruidas justo al lado, que sirvieron también para dar precario cobijo a quienes recogen los tomates y pepinos de Almería. Según Miralles, en los últimos años han ocurrido varios incendios.

Para quienes allí viven, el fuego se lleva no solo la casa, sino documentos esenciales de los que depende su estancia en España. Perder el pasaporte implica iniciar un largo proceso ante el consulado para renovarlo; para otros, perder documentos como facturas, papeles del médico o recibos de transferencias les puede impedir demostrar cuánto tiempo llevan en España, un requisito esencial para solicitar permisos de residencia por arraigo social a partir de los tres años.

Sin planes de realojo

A diferencia de la campaña de la fresa en Huelva o de la aceituna en Jaén, la mano de obra en los invernaderos es necesaria casi todo el año. Durante diez meses, los trabajadores recolectan las frutas y verduras de la llamada "huerta de Europa". La provincia de Almería tiene unas 32.000 hectáreas de invernadero y 58.600 hectáreas dedicadas a cultivos intensivos, mientras que la superficie total dedicada a cultivos intensivos en las sucesivas fases de la campaña es de más de 58.600 hectáreas, con una producción que en la campaña 2018/2019, año récord, rondó los 3,7 millones de toneladas, según el informe anual de Cajamar.

El crecimiento exponencial del negocio hortofrutícola no se ha acompañado con un aumento de la oferta de vivienda o alojamientos acorde. Un informe de la Fundación CEPAIM y el Gabinete de Estudios Sociales publicado en 2019 resalta las dificultades de acceso de los temporeros a la vivienda, por el déficit estructural de la oferta de alquiler, los abusos de propietarios y la imposibilidad de acceder al mercado hipotecario. El informe estima en más de 3.000 las personas que, sólo en Níjar, habitan este tipo de viviendas levantadas a base de cartones, palés y plásticos, sin luz ni agua corrientes. El documento recoge los datos del Plan Municipal de Vivienda y Suelo del Ayuntamiento de Níjar, según el cual en 2018 había 94 asentamientos chabolistas que alojaban a 3.014 personas en situación de extrema necesidad. Algunos, como el de Atochares, podría llegar a las 1.000 personas. Miralles calcula que en toda la provincia hay al menos unas 5.000 personas residiendo en estos lugares.

A pesar de que todas las administraciones conocen el problema del alojamiento de los trabajadores de los invernaderos, y de que los incendios o las lluvias torrenciales no son infrecuentes, no hay un plan para que viviendas dignas sustituyan a las chabolas, ni un plan de contingencia para situaciones como la del martes. "Hubo gente que durmió esa noche al lado de las cenizas", lamenta Miralles. "Si se quema un camping se habilita rápidamente un polideportivo para pasar la noche. Pero en este caso la alternativa es siempre la misma: donde hay un hueco entre conocidos se meten varios". Así está ocurriendo: son los familiares y allegados quienes están realojando a quienes lo perdieron todo en el incendio. El día del incendio, Almería Acoge, CEPAIM, Hermanas Mercedarias, Cruz Roja y Médicos del Mundo repartieron mantas y alimentos.

El miércoles, casi 24 horas después del incendio, hubo una reunión con el Ayuntamiento "para lo de siempre", según Miralles: "Estudiar soluciones. Soluciones inmediatas, ninguna". Apenas hay unas pocas plazas en un albergue gestionado por CEPAIM. "Se han ido yendo como han podido", añade la religiosa, que explica que ella aloja a 42 hombres en cinco casas y a varias mujeres con niños en otra: "Hay más de 200 personas en una situación de pena".

El Ayuntamiento de Níjar, con alcaldesa del PSOE, que en documentos oficiales reconoce que hay más de 3.000 personas en esta situación, no ha respondido a las preguntas de este medio sobre qué actuaciones está realizando para realojar temporalmente a quienes han perdido su vivienda. En un Pleno celebrado el 20 de mayo, el equipo de gobierno informó de a qué dedicaría 704.000 euros de subvención de la Junta de Andalucía destinada a atender las necesidades básicas de los habitantes de las chabolas, agravadas por la pandemia: fundamentalmente, a la recogida de residuos y la limpieza.

El Ayuntamiento no interviene para garantizar los suministros básicos, excepto para la adquisición de unas cisternas de agua potable, ni se conoce ningún plan concreto para erradicar el chabolismo entre los trabajadores de los invernaderos, más allá del anuncio realizado por la alcaldesa Esperanza Pérez en aquel Pleno: la posibilidad de instalar módulos en las propias fincas, que los propietarios arrendarían a sus trabajadores. "Es una realidad vergonzosa de más de 20 años. Se ha generado un dinamismo económico, pero nadie piensa cuántas plazas se necesitan para gente de paso, para familias…", comenta Miralles: "Se sabe cuánta mano de obra se necesita por hectárea. Hay cinco mil personas viviendo en condiciones infrahumanas, como mínimo. Chabolas en muy malas condiciones o complejos semiderruidos. Lo sabe todo el mundo porque hace falta esa mano de obra para sacar las cosechas adelante".

Fuente original: elDiario.es