Hola, amigos y amigas.
Hemos vivido estas últimas semanas muy intensamente. Hemos disfrutado junto a los más jóvenes y pequeños. Nos hemos despedido de cada casita con un compartir (gusanktos, gaseosas, galletas de muchos sabores...). Las risas no han faltado, y las emociones tampoco.
El viernes pasado abrimos las calles de Arequipa con la romería de Santa Rosa de Lima junto con las familia de CIRCA. Finalizamos este evento con una eucaristía, celebrada por el Padre Pedro, sacerdote en una parroquia de Madrid que ha estado dos semanas en CIRCA conociendo la institución.
El sábado fuimos con todos los demás voluntarios de CIRCA a Mejía (playa). Disfrutamos del agua fresquita (muy fría) del Pacífico. Por cierto, de pacífico no tiene nada, el mar estaba bravo, pero aún así lo dimos todo jugando a la pelota y compartimos un almuerzo en un bonito mirador.
El domingo tuvimos la despedida a los voluntarios españoles y la bienvenida a los voluntarios alemanes. Sencillamente fue... maravilloso. Nos sentimos parte de esta gran familia. Agradecemos a CIRCA la acogida y el apoyo durante estos tres meses de estancia en Arequipa.
El lunes nos despedimos de nuestras niñas, recibimos muchas cartas y regalos, pero nos quedamos con que el equipaje nos lo traemos lleno de amor y cariño.
Durante esta experiencia hemos aprendido que la sencillez existe, que vivir con lo básico se agradece y que despertarte por los gritos de 30 niñas es una bendición. Hemos aprendido a valorar, a cooperar, a servir. Hemos aprendido que no existe un tercer mundo, todos vivimos y formamos parte del mismo. Está en nuestra mano luchar por la sensibilización y hacer un poquito el mundo mejor.
Ha sido realmente maravilloso. Esto no acaba aquí, seguimos caminando, paso a paso,y aportando nuestro granito de arena, por pequeño que sea.
Gracias Setem por confiar en nosotras y darnos esta oportunidad, quedará marcada de por vida.
