En muchos lugares de Perú es difícil tener acceso a la
educación. Este problema se acentúa en las comunidades indígenas. Las universidades
se centran en Lima y son pocos los estudiantes que se pueden trasladar desde la
sierra o desde la selva para formarse en la capital peruana. La mayoría de las
universidades son privadas y de media se debe pagar unos 1200 nuevos soles
mensuales (aprox. 400 euros), además de las gastos de alimentación y vivienda.
Con el sueldo medio peruano es pues restringido el acceso a la educación
universitaria. Desde que estamos aquí hemos conocido a varias personas que por
motivos económicos han debido abandonar sus estudios cuando la madre enferma o
el padre pierde el trabajo.
Volviendo al tema de las escuelas en las comunidades
indígenas hay que señalar que el Ministerio de Educación envía desde Lima los
maestros a las comunidades, pero al proceder la mayoría de la costa (como ya he
explicado) el profesorado no se acostumbra a vivir en la selva, donde se
encuentra a días de viaje de sus familias y en unas condiciones de vida
distintas: en muchos casos sin agua corriente, electricidad, etc., si bien hay
que decir que en algunas comunidades hay generadores de luz. Muchos de estos
maestros hispanos (=no indígenas) son llamados “profesores de los miércoles”
porque suelen dar clase sólo esos días. Aprovechando que no tienen supervisión
de las autoridades salen ya los jueves para poder estar en sus hogares los
fines de semana y parten los domingos llegando a las escuelas para trabajar los
miércoles. También es frecuente el caso de que se ausenten de su lugar de
trabajo para “hacer diligencias” en otras ciudades. El sueldo de los profesores
(unos 1100 nuevos soles mensuales) tampoco les motiva demasiado a trabajar.
Por esta razón es especialmente importante la labor de
formación de profesorado que se está realizando en Nopoki. Aquí se forman jóvenes
indígenas de forma en castellano y en la lengua de la etnia y, al regresar,
pueden contribuir al desarrollo de las comunidades. Ayer estuvimos en una
comunidad y pudimos ver que, además de necesidades de infraestructura como la
creación y mantenimiento de letrinas y grifos, es necesario campañas educativas
sobre medidas higiénicas básicas e información sobre nutrición. Creemos que
sólo se puede mejorar su situación a través de la educación.
Siendo docente en España no puedo evitar hacer un reflexión sobre la desmotivación que tiene a veces el alumnado y de lo poco que se aprecia la suerte de tener una educación pública como la nuestra.
Siendo docente en España no puedo evitar hacer un reflexión sobre la desmotivación que tiene a veces el alumnado y de lo poco que se aprecia la suerte de tener una educación pública como la nuestra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario